Se tiende a utilizar el concepto de biotopo para considerar a la totalidad de los factores abióticos de un área. Cuando se evalúa en su conjunto al biotopo y a los seres vivos de un entorno (animales, vegetales, protistas, moneras y hongos) se prefiere emplear el vocablo ecosistema. Así, por ejemplo, un simple charco es un ecosistema completo, con sus factores abióticos (agua, aire, suelo del fondo) y bióticos. La sumatoria de distintos ecosistemas interdependientes conforma los llamados biomas. En este modelo, una jungla tropical es un gran bioma en el que se confunden variados ecosistemas. Finalmente, la suma de todos los biomas del planeta da lugar a la biósfera.
En este sentido, resulta interesante destacar que, etimológicamente, ecología significa “estudio del hogar”, entendiendo hogar como entorno o hábitat en el que los seres vivos se desarrollan. La raíz de este vocablo, de hecho, es similar a la de conceptos tan distintos como el de "economía". El estudio de la ecología involucra herramientas provenientes de ciencias tan versátiles como la matemática y la estadística, por un lado, y la biociencias y la geología, por el otro. Si bien cuando hablamos de esta rama de la biología tendemos a asociarla a la preservación del medio ambiente y de las especies vegetales y animales, el ecología consiste en una ciencia multidisciplinaria que se vale de otras disciplinas y que a su vez tiene derivaciones tales como la ecología microbiana, de poblaciones y comunidades, de comportamiento, etoecología, ecología matemática y otras. No puede olvidarse que la ecología se integra también con las ciencias de la salud. Por un lado, las modificaciones en biomas y ecosistemas provocadas por efectos deletéreos de la acción del hombre motivan la aparición o potenciación de diversas afecciones, entre las que sobresalen las enfermedades transmisibles por vectores y los resultados de la contaminación ambiental. Por el otro, se tiende a considerar hoy día un enfoque ecológico de la salud en distintos aspectos. Así, se reconoce al intestino humano como un verdadero ecosistema, con sus factores abióticos y su microflora local que constituye el factor biótico.